Es extraño , la maldad puede hacerse de vez en cuando tan apreciable, en serio. Puedo estar enamorado de esas cosas que en algún momento hacen daño y que raspan y hacen yaya. Bendita maldad, benditos sean todas esas intersecciones, esos perpetuos.
La más tenue de esas crepitaciones podría incendiar hasta el más poderoso Artico, así es, estabas muriendo, muere. No intentes levantarte.
No volveré a escribir...
Hace 12 años.
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