No estoy en mi hábitat natural, de ninguna manera, este olor a triplay y un teclado que ha dejado su color en las manos de todos los ludópatas que aquí se han sentado (incluyéndome), no me afectan, pero tampoco me siento igual que siempre.
Se podría decir que estoy disfrazado de mi peor enemigo, tengo piel de gallo y mis zapatillas le piden permiso al suelo.
No estoy acostumbrado a que mi tiempo sea limitado en Internet y mucho menos a ponerme unos audífonos del tamaño de mi mano, que me hacen ver como esos personajes de los que tantas veces me he reído.
Esto debería ser un crimen, limitar a la gente a usar determinado tiempo algo que te puede tomar una vida, necesito escribir con palabras simples y con cierto disfuerzo y no tener una guitarra en las manos, generan una furtiva depresión. ¿Ven? ya no puedo ni usar bien los adjetivos.
Detestable cabina, detestables chibolos sin conciencia, detestable tecleado (nunca antes lo había sentido tan irritante), detestable Pamela.
Me siento incómodo, en varios sueños he sentido estar desnudo y la gente riéndose y mirándome, es algo así, la gente lo soporta pero no puede ser así, cómo pretenden que escriba con los motores de las combis ayá afuera destruyendo el silencio y a Kurt, algo que no se debe hacer.
Venir a una cabina, algo que no se debe hacer.
No volveré a escribir...
Hace 12 años.
2 comentarios:
En serio, no se puede escribir decentemente en una cabina. No es lo mismo, el teclado se te pega y los cabineros jamas cojen una escoba, huele a frituras. Los chibolos con su "yo la creo, yo la creo!" que ni puedes escucharte a ti mismo. ugh. Cabinas, jamas.
"TU MARIDO ESTÁ EN EL DUCTO! MUAJAJAJA! Y FONSECA, FONSECA TE PERSIGUE; CHAMADRE, MARTINCITO, DILE A LA COJUDA DE TU HERMANA QUE DEJE DE JUGAR CON EL PUTO TECLADO"
estoy segura de que si te hubieses animado, la cabina "privada" habría sido mucho más entretenida.
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