martes, 30 de setiembre de 2008

Un día entero con Paulita y los perros que ladran

Mamá dice que no puedo jugar con la que hace ruido, dice que está cansada y que no quiere oírme hoy, papá sólo asiente, siempre lo hace.

Me quedo solo en mi cuarto, prendo la tele, apago la tele, miro el techo, la que hace ruido me mira, que pena que no pueda hablar si no es conmigo, tendría tantas cosas que decir, me da risa.

Hace un año la compré y estaba feliz, la calladita se puso muy celosa y buscaba cosas para llamar mi atención y creo que la comprendía, en el fondo la calladita se parecía a mí y sigue pareciéndose a mí, tan tranquila, esperando su turno y dando lo mejor de ella para que en algún momento la sienta más importante, ahí es cuando cobra vida, ahí es cuando hace más bulla y mi mamá grita.

Las horas caminan en mi cabeza, hoy no ha pasado nada que no tenga que pasar, un día aburrido. De esos prescindibles, de esos que podrían volver a pasar y no cambiarían nada. El perro ladra y yo me pregunto ¿por qué ladra el perro?

El perro ladra para, finalmente, hacerle la competencia a la que hace ruido y ambos ladran para hacerle la competencia a mi mamá que ya se debe estar quedando sin voz, ella será la primera en rendirse.

Siempre me he preguntado en qué momento todo cambió para hacerse un mundo de sonidos, de ruidos y de canciones inventadas por gente menos sorda que yo y que con una calladita eran capaces de crear todo eso que nos envuelve y que nosotros llamamos música, el perro sigue ladrando. ¿Por qué ladra el perro?

El perro ladra porque el único instrumento que sabe usar es su voz y, finalmente, todos queremos hacer música en algún momento, todos queremos envolver a alguien y volver este mundo menos calladito para que, así , nuestros oídos no se vuelvan tan ociosos.

Mi mamá ya se olvidó de eso y por eso sigue gritando y amenaza con subir y castigarme, no se da cuenta que sus oídos se quieren volver ociosos y le piden que por favor lo detenga para poder descansar. Sucios y flojos productores de cera, ya se olvidaron para qué fueron creados, ya se olvidaron que son dos porque con uno no sería suficiente. ¿Por qué ladra el perro?

El perro ladra porque tiene hambre y porque cuando tenemos hambre es el mejor momento para componer, porque todos nuestros réquiems salen con ese toque de hambre por envolvernos, por esperar a que venga y nos saque del silencio, se podría definir al silencio como el infierno de los melómanos y de los perros que ladran. ¿Por qué ladra el perro?

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